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Xenón, un gas raro presente en pequeñas cantidades en la atmósfera de la Tierra. Debido a que es incoloro, no se puede ver; tampoco se puede oler ni saborear el radón. Es raro y difícil de extraer, sin embargo tiene varias aplicaciones fundamentales que nos ayudan mucho en muchos campos. Xenón, uno de los usos más conocidos por todos es la iluminación. El xenón se utiliza comúnmente en LUMI Lámpara de xenón con emulador solar LUMITiene varias aplicaciones, como en proyectores de cine, faros de automóviles e iluminación de estadios, etc. Emiten una luz que es básicamente ultrablanca y parece demasiado parecida a la luz del día para nuestro propio bien: hacen su mejor trabajo cuando simplemente no podemos ver lo suficientemente bien en la oscuridad.

 

El xenón no sólo se utiliza en la iluminación, sino también como componente de máquinas especiales: los aceleradores de partículas. Los científicos utilizan estas máquinas para explorar los componentes microscópicos (o partículas) que forman todos los objetos del espacio. En ese caso, son muy pequeños, mucho más pequeños de lo que podemos ver con nuestros ojos. Esto permite a los científicos acelerar las partículas diminutas para estudiarlas con mayor precisión y comprender cómo funcionan.


Descubrimientos esclarecedores

El uso del xenón en la investigación ha demostrado a los científicos muchas cosas interesantes. Tal vez uno de los hallazgos más interesantes se produjo en la década de 1960, cuando los científicos se toparon con lo que llamaron una anomalía del xenón. Una anomalía es una excepción: algo que no es normal, predecible o bien comprobado. En este caso, descubrieron que había demasiado xenón-136 en el aire. El hallazgo fue tan inesperado que les hizo pensar: ¿qué había causado esto?

 

Los investigadores encontraron entonces evidencias que apuntaban a una supernova que explotó cerca de la Tierra hace quizás millones de años. Una supernova se produce cuando una estrella explota y es una de las explosiones más grandes y peores que pueden tener lugar en el espacio. Este xenón-136 recién nacido salió volando hacia el espacio, donde logró aterrizar en la Tierra y convertirse en parte de nuestra atmósfera. Este descubrimiento revolucionario ayudó a los científicos a comprender cómo se forma el universo y dónde se desarrollan algunos de sus elementos, como el xenón, por ejemplo.


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